miércoles, 17 de diciembre de 2008

Navidad, época de ¿milagros? NO, ¡época de reflexión!

Pues sí estimados compañeros llega la navidad, esa bonita época en la que todo el mundo reflexiona sobre el año y sobre lo que quiere cambiar para el año siguiente. Todos?

Sí, todos, nosotros la raza de los entrenadores también llega nuestra época de reflexión. La diferencia es que la gente normal, esa raza inferior, piensa en cosas como dejar de fumar, ir al gimnasio, ser más feliz, ... esas cosas raras de las razas inferiores. Sin embargo, nosotros los entrenadores, esa rara raza extraña tenemos que reflexionar de cara a poder afrontar el resto de la temporada en las mejores condiciones posibles, algo que nos importa mucho más que dejar de fumar o la felicidad.

Ahora que casi todos tenemos unos días sin entrenamientos y partidos, digo casi todos porque mi equipo juega el 21 y entrenaremos en navidades aunque algo diferente, es el momento de reflexionar sobre lo trabajado hasta ahora y sobre si se ha cumplido adecuadamente la planificación de la temporada.

Es fundamental que aprovechemos estos días para pararnos un momento, detenernos ante la vorágine de entrenamientos y partidos y revisar si hemos trabajado bien, si hemos cumplido con lo planificado y sobre todo que se nos queda sin trabajar en condiciones y qué podemos mejorar.

Creo firmemente en la planificación como parte indispensable de nuestro trabajo, caer en la improvisación es el mayor fallo que puede cometer un entrenador y el segundo más grande es caer en vivir del último partido (como nos hicieron daño con la presión toda la semana trabajando salida de presión y la próxima te harán daño con la zona).

Hay que planificar y si no lo habéis hecho pues empezar ahora que nunca es tarde.

Pero tras planificar hay que revisar que es como mínimo igual de importante.

Si en los objetivos de mi equipo alevín para estos meses estaba:
- Mecánica de tiro
- Entradas
- Posición defensiva y agresividad.
- Coordinación de pies con una dificultad del 50%
- Velocidad de manos (conseguir dar 10 botes en menos de 4 segundos)

Ahora toca analizar hasta que punto hemos conseguido cumplir esos objetivos y hay que ser lo más crítico posible porque solo a través de la crítica se mejora.

En mi análisis debería llegar y ver:
- Los niños tiran bien menos Pepe que tira desde la tripa.
- Todos entran bien por ambos lados.
- Nos falta agresividad defensiva
- La coordinación ha llegado al 70% de dificultad.
- No conseguimos dar los 10 botes en menos de 6 segundos.

Una vez que veamos los objetivos que hemos conseguido cumplir y los que no hay que pasar a analizar los motivos.

Quizás con Pepe hay que trabajar a parte y quedarse con él en solitario tras el entrenamiento es muy recomendable. Es increíble el efecto que puede conseguir sobre un aspecto mecánico del juego estar 30 minutos entrenando en solitario.

Habrá que ver cómo se puede mejorar la agresividad defensiva y ver cuánto tiempo le dedicamos en la nueva fase a este aspecto.

Si la coordinación ha llegado a niveles muy altos habrá que ver el motivo. Es posible que subestimásemos a los jugadores al inicio pero también es posible que le hayamos dedicado más tiempo del que teníamos planificado y que ese tiempo extra haya ido en detrimento de otros aspectos que hemos olvidados como la velocidad de manos.

Una vez acabado el análisis habrá que revisar la planificación para la siguiente fase de la temporada (típicamente hasta semana santa o hasta fin de fase) para adaptarla a los déficits que se arrastran de la fase anterior porque no se puede correr antes que andar.

Hay que planificar, revisar y volver a planificar. Si queremos ser buenos entrenadores tenemos que ir un paso más allá del día a día y del entrenamiento diario.

Sé que es mucho esfuerzo pero se lo debemos a esos niños que dedican horas y horas, días y días, pasión y más pasión a venir a entrenar y como somos una raza distinta, la raza de los entrenadores, debemos devolverles su esfuerzo con creces para ayudarles a crecer y que lleguen a ser los mejores jugadores que su talento les permita llegar a ser.

Como nos dijo Joan Plaza el otro día viéndole en la semana de entrenamientos ACB de la AEEB, "el tiempo que un entrenador le dedica al baloncesto nunca es suficiente por mucho de que nuestras parejas opinen diferente".

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